El Istanbul Büyüksehir Belediye, equipo de la Primera turca que ha tenido que recurrir a Facebook
para juntar hinchas.
El caso del Istanbul BB es, cuanto menos, curioso. Fundado
en 1990, este modesto club turco fue ascendiendo poco a poco las
distintas categorías del fútbol otomano, hasta subir a la Turkcell
Super League en la 2006-07. Desde entonces, el modesto equipo se ha
mantenido en Primera con gran fútbol y un juego que le han convertido en una
de las grandes revelaciones europeas, siendo el 'matagigantes
oficial' de la Liga turca.
Hasta su ascenso, el Istambul BB disputaba sus
partidos en Maltepe, en la parte
asiática de la ciudad. Pero con su aparición en la Primera turca, el
Ayuntamiento decidió 'regalarle' un nuevo estadio, el Atatürk.
Inaugurado el 13 de diciembre de 2001 para la candidatura olímpica de Turquía,
y con un coste de 130 millones de euros, albergó la final de la
Champions de 2005. Pero tras su escaso uso, fue adjudicado al
modesto BB para que jugara sus partidos.
Lo curioso del caso es que un estadio de
75.000 espectadores fue cedido a un conjunto sin afición. Uno de
los partidos más importantes de su corta vida, en el que consiguiera el ascenso
a Primera, tan sólo reunió a 100 seguidores locales.
Y su debut en la máxima categoría tuvo el mismo resultado: sólo 89
hinchas locales vieron cómo el BB ganaba por 2 a 0 al todopoderodo Fenerbahçe,
acompañado por más de 40.000 hinchas en el estadio.
Una afición surgida de la nada
Desde entonces, el Istanbul BB se ha convertido en un
fijo de la Primera turca, en el que ha logrado en los últimas dos
campañas dos meritorios sextos puestos. Pero su gran 'debe' se
encuentra en la afición. Un estadio tan grande como el Atatürk tan sólo recibía
a un centenar de hinchas rivales, por lo que una serie de
aficionados decidieron ponerse en contacto a través de Facebook para crear una hinchada al equipo.
Lo que en un principio comenzó como una broma se ha
convertido en una realidad. Los autodenominados 'Boz Baykuşlar' o
'búhos negros' ya son 55.000 aficionados a través de la red
social, y suelen reunirse unos 2.000 en el estadio. Pero, sin duda, es un grupo
atípico en el fútbol turco: rechazan de manera frontal la violencia
en el fútbol y consideran el deporte un medio para divertirse y
pasárselo bien en las gradas.
Así, en sus pancartas se puede leer mensajes irónicos
como 'Estamos aquí porque nos contaron que había un partido de
fútbol', 'El árbitro es un caballero' o 'Nosotros siempre jugamos fuera
de casa'. Pero, además, aprovechan su presencia en las gradas del
Atatürk para divertirse simulando estar jugando al comecocos, realizar carreras
de coches o incluso jugar al ping-pong con 'pelotas humanas'.
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