domingo, 20 de julio de 2014

El Bilardismo es lo mejor que le pasó a la Argentina, pero el pueblo festeja segundos puestos


Yo soy defensor a ultranza del juego lindo, del toque corto, de la tenencia de la pelota y buscar los espacios en base a triangulaciones, paredes y gambeta. También defiendo la presión para recuperar rápido la pelota, la proyección de los laterales hasta el fondo y defenderse teniendo la pelota. Cómo buen hincha de River Plate llevo la Triple G cómo estandarte. Valoro los medios para conseguir el fin. Aplaudo caños, rabonas, tacos y paredes, pero nunca reventarla al lateral. Ojo, tampoco como vidrio, la Triple G significa GANAR gustar y golear, así en ese orden de importancia.

Todo lo anterior se lo exijo a River, que es mi pasión. A la selección Argentina sólo le pido que cada 4 años gane 7 partidos cómo sea y salga campeón. Los amistosos previos son eso, amistosos. Las Copa América podrían ser importantes, pero generalmente los Brasileros no se esfuerzan mucho en ganarla y termina siendo un mano a mano entre Argentina y sus vecinos caníbales del Rio de la Plata. Por eso lo único competitivo y apasionante es el Mundial.

Está demostrado que los mundiales se ganan (o se pelean hasta el final) siguiendo la escuela Bilardista. Dejar la vida, defender con uñas y dientes, no dar espacios y jugarse a la contra o aguantar hasta llegar a los penales. Ganar sin importar la manera y hasta utilizar artilugios extrafutbolísticos para lograrlo. La única vez que una propuesta “ofensiva” ganó algo fue en el 78, y ese logro siempre estará bajo sospecha. Todas las otras alegrías mundialistas fueron gracias al Bilardismo. El pueblo salió a la calle a festejar gracias al Bilardismo. Nadie salió a la calle a festejar en el 2002 ni en el 2006, pese a que eran equipos ofensivos, se volvieron temprano. Gracias al Bilardismo “Hoy te convertís en héroe”, no por una jugada exquisita, sino por atajar un penal o tirarte al piso a raspar al rival y la gente festeja.

Entonces ahí encontramos el gran problema del Bilardismo: Agiganta figuras, exalta virtudes y convierte en gladiadores a un grupo de pataduras. Eso confunde a la gente, que sale a la calle a festejar segundos puestos. Si, la gente festeja ser el “primero de los perdedores”, ser el “equipo del que no se acuerda nadie”. Entonces nos damos cuenta que el Bilardismo no es perfecto. Perdés una final del mundo y la gente sale a tocar el bombo y cantar incoherencias como “…A Messi vas a ver, la copa vamo a traer…” cuando la copa se la llevaba Lahm. El Bilardismo propone tirar el avión abajo por no traer la copa, pero la gente festeja. Hay que trabajar para corregir esta incoherencia y seguramente no habrá que tirar ningún avión abajo a la vuelta de Rusia 2018.

1 comentario:

  1. "Agiganta figuras, exalta virtudes y convierte en gladiadores a un grupo de pataduras"...Exacta definicion de la seleccion de Sabella!

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